SOCIEDAD DE IDEAS

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Europa crisol de culturas

Génesis de la propuesta

Los atentados yihadistas contra el mundo occidental de los últimos tiempos nos han enfrentado a un grave problema que nos obliga a reflexionar sobre varias cuestiones:

-          ¿Cuál es el origen?

-          ¿Quiénes son sus protagonistas?

-          ¿Cuáles son sus posibles soluciones?

-          ¿A quién afecta?

-          ¿Cómo se debe afrontar este conflicto desde dentro de la sociedad democrática occidental?

Las respuestas a estas preguntas no son fáciles, ni claras y tienden a ser construidas con bastante demagogia y cargadas de un simplismo que nada más sirve para ahondar y radicalizar más el conflicto, debido a que siempre terminan demonizando o culpando al mundo islámico, que dicho sea de paso, también forma parte de nuestra identidad propia, especialmente si hablamos de España.

Es cierto que analizar estos acontecimientos es muy complejo, pero también es verdad que si realizamos una observación atenta de los mismos, podemos obtener algunas conclusiones meridianamente claras que nos tienen que hacer reflexionar a la hora de ponernos a estructurar posibles soluciones:

ü  Los autores de los atentados son en su gran mayoría europeos, en su mayor parte  segunda y tercera  generación de emigrantes, nacidos ya en los países europeos, educados en ellos y que disponen de las nacionales de los países en los que han vivido: conocen su lengua, su forma de vida, etc.

ü  Existe una tendencia a extender el problema del islamismo radical a todo el mundo musulmán, relacionando al Islam con el terrorismo, obviando que este tipo de terrorismo quien más lo sufren es la ciudadanía de los países musulmanes de Oriente Medio, en especial los habitantes de Iraq, Siria y Libia. Relacionar yihadismo con Islam, no sólo es una tremenda injusticia, sino que es un potenciador de odio y enquistamiento del problema, debido a que en nuestra sociedad democrática, la religión musulmana tiene una enorme presencia e importancia.

ü  Del análisis de las situaciones en las que se ha manifestado este conflicto en occidente, se puede deducir con claridad que tiene un fuerte componente de desarraigo cultural y social, que debemos abordar para intentar integrar más, especialmente a los jóvenes, en una sociedad democrática y participativa.

ü  Suele ser frecuente que los autores de los atentados mantengan entre ellos vínculos de relación muy estrechos: hermanos, primos, círculos familiares o de amigos de toda la vida… lo que nos hace pensar que el radicalismo se transmite de boca en boca, aprovechando medios faltos de información e ideas claras.

ü  Fruto de estas reflexiones, entendimos que era necesario tomar posiciones en el mundo educativo, especialmente trabajando en una etapa de la evolución psicológica del ser humano como es la pre-adolescencia y la adolescencia, en la que se empieza a formar el pensamiento, las creencias y las convicciones que conformarán la ideología socio/cultural cuando se llegue a  adulto. Creemos que es necesario e ineludible abordar un tema que está tan presente y por desgracia lo va a seguir estando a medio y largo plazo, en la prensa y la sociedad. Creemos que es necesario dotar a los jóvenes de información, argumentos y criterios que les posibiliten acercarse a estos acontecimientos para analizarlos de forma crítica y equidistante y de esta forma poderlos combatir desde la convicción de que solo es posible vencerlos desde el pensamiento y la sociedad democrática.